Cuando planificamos y llevamos a cabo la integración tecnológica en el salón de clases, no solo estamos evaluando el conocimiento y habilidades adquiridas por los alumnos, sino que también reflexionamos sobre el proceso e implementación de la lección. Evaluamos y reflexionamos sobre los siguientes aspectos:
- ¿Qué funcionó y qué no?
- ¿Se lograron los objetivos de aprendizaje?
- ¿Las herramientas que se utilizaron ayudaron a satisfacer las necesidades del estudiante?
- ¿Qué estrategias formativas puedo utilizar?
- Con las actividades y recursos tecnológicos, ¿logré propiciar que la participación fuera activa?
- ¿Qué otras herramientas puedo utilizar para fomentar el trabajo colaborativo y desarrollar el pensamiento crítico?
- ¿El tiempo que se planificó fue suficiente para la actividad?
- ¿Qué actividades y herramientas ayudaron a explicar mejor el concepto?
- ¿Qué aspectos cambiaría o modificaría de mi práctica docente al momento de utilizar la tecnología?
Por otro lado, puedes utilizar el método de dos columnas. Este método te permite completar una reflexión rápida. La idea general es que te preguntes qué ha pasado y qué significa. Hacerlo, te ayudará a enfocar más la reflexión. La clave aquí es convertirlo en una rutina. Todos los días, durante tu período de preparación, justo antes de salir de la escuela o de camino a tu hogar, intenta algunas de estas preguntas para empezar.
Utiliza la hoja de trabajo para reflexionar sobre tu práctica docente. Te ayudará a mantenerte enfocado.Info recuperada de ForwardLearning
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